Sacar el esqueleto de una piraña para conservarlo como adorno
Publicado: 08 Jun 2012, 20:06
El artículo está en el volumen 2 de nuestra revista, pero creo que aquí lo va a ver mucha más gente.
Tras el mal trago de tener que cargar con la muerte de uno de nuestro preciados ejemplares de pirañas, nunca se os ha venido a la mente "¿Cómo puedo aprovecharlo? ¿Y si lo diseco?. Disecarlo es lo que comunmente se hace, pero aquí os traemos una nueva alternativa no menos atractiva: Sacarle el esqueleto, para ponerlo en una urna y que adorne nuestra casa.
Si alguna vez se nos muere un ejemplar, y no tenemos tiempo o ganas para hacer algo de esto antes de que se empiece a descomponer la solución es simple, lo congelamos así tendremos margen para preparar con tranquilidad lo que vayamos a hacerle.
Material necesario:
·Una piraña muerta
·Una hoya/cazo
·Guantes de látex (para no dejar olor en nuestras manos)
·Pinzas metálicas
·Cepillo de dientes
·Un tupper donde dentro quepa la piraña
·Lejía
·Superglue
·Cola blanca
·Pincel
Empecemos, dando por supuesto que nuestra piraña estaba congelada para preparar todo el material. En el caso de este tutorial era un ejemplar de 22cm. de longitud más o menos y 260 gramos de peso.
Para descongelarlo tan solo tendremos que tenerlo o 15 horas fuera del congelador, o acelerar el proceso sumergiendo el pez en agua caliente durante 1 hora aproximadamente.
Una vez descongelado, cogeremos la hoya/cazo con el tamaño suficiente para que la piraña entre dentro sin doblarse, le añadiremos agua y subiremos la temperatura hasta 80ºC aproximadamente, que esté muy caliente pero que no llegue a hervir, y la mantendremos entre 10-15 minutos.
Sacamos el pez con cuidado de no quemarnos y lo dejamos enfriar y secar un poco. Cuando esté a una temperatura que no nos queme y seco, procedemos a retirar la piel ayudándonos de unas pinzas, las que usan las chicas para depilarse las cejas son perfectas.
Una vez retirada la piel lo que tenemos que hacer es retirar la carne pero OJO no se hace de la misma forma que lohacemos para sacar las mollas de un pez que nos vamos a comer, hay que usar un cepillo de diente para no dañar los huesos. Para hacerlo correctamente frotaremos de forma horizontal desde la linea lateral de puntos hacia arriba, y de forma vertical en la zona de la linea lateral de puntos hacia abajo, para no dañar las costillas (ver video del final)
Vaciamos los órganos y dejamos el esqueleto lo más limpio posible, debería quedar parecido a esto.
Hay restos de carne que nos resultará imposible de retirar, aquí es donde entra en juego la lejía, llenaremos un tupper con ella y sumergiremos por completo el esqueleto durante 24 horas para que consuma los restos de materia orgánica que queden.
Transcurridas 24 horas, la lejía tendrá una especie de espuma pastosa maloliente, la retiraremos con algún palito o algo desechable porque se adhiere y es muy difícil de quitar, dejándolo muy pegajoso.
Nos daremos cuenta que al haberse disuelto los ligamentos muchos huesos se han desprendido, perdiendo el aspecto inicial, además el esqueleto estará muy frágil y tendremos que tratarlo con mucho cuidado
Ahora viene la tarea más costosa y aburrida, deberemos armarnos de paciencia y empezar a reconstruir el esqueleto ayudándonos de Superglue, una tarea que nos llevará varias horas, para que las costillas no se junten podemos ayudarnos con palillos de madera
Cuando hayamos terminado de restaurar el esqueleto, tan solo nos queda darle barniz, para ello llenaremos un vaso con mitad de agua y mitad de cola blanca y lo mezclaremos bien, este será nuestro barniz.
La restauración ya ha acabado, tan solo nos quedaría enmarcarlo o meterlo en una vitrina, según queramos. El final debe ser algo parecido a esto:
Una vez terminado podemos fabricarle una urna que será definitivamente donde irá, para colgarla en la pared como un adorno original, como si se tratara de el esqueleto expuesto en un museo.
Tras el mal trago de tener que cargar con la muerte de uno de nuestro preciados ejemplares de pirañas, nunca se os ha venido a la mente "¿Cómo puedo aprovecharlo? ¿Y si lo diseco?. Disecarlo es lo que comunmente se hace, pero aquí os traemos una nueva alternativa no menos atractiva: Sacarle el esqueleto, para ponerlo en una urna y que adorne nuestra casa.
Si alguna vez se nos muere un ejemplar, y no tenemos tiempo o ganas para hacer algo de esto antes de que se empiece a descomponer la solución es simple, lo congelamos así tendremos margen para preparar con tranquilidad lo que vayamos a hacerle.
Material necesario:
·Una piraña muerta
·Una hoya/cazo
·Guantes de látex (para no dejar olor en nuestras manos)
·Pinzas metálicas
·Cepillo de dientes
·Un tupper donde dentro quepa la piraña
·Lejía
·Superglue
·Cola blanca
·Pincel
Empecemos, dando por supuesto que nuestra piraña estaba congelada para preparar todo el material. En el caso de este tutorial era un ejemplar de 22cm. de longitud más o menos y 260 gramos de peso.
Para descongelarlo tan solo tendremos que tenerlo o 15 horas fuera del congelador, o acelerar el proceso sumergiendo el pez en agua caliente durante 1 hora aproximadamente.
Una vez descongelado, cogeremos la hoya/cazo con el tamaño suficiente para que la piraña entre dentro sin doblarse, le añadiremos agua y subiremos la temperatura hasta 80ºC aproximadamente, que esté muy caliente pero que no llegue a hervir, y la mantendremos entre 10-15 minutos.
Sacamos el pez con cuidado de no quemarnos y lo dejamos enfriar y secar un poco. Cuando esté a una temperatura que no nos queme y seco, procedemos a retirar la piel ayudándonos de unas pinzas, las que usan las chicas para depilarse las cejas son perfectas.
Una vez retirada la piel lo que tenemos que hacer es retirar la carne pero OJO no se hace de la misma forma que lohacemos para sacar las mollas de un pez que nos vamos a comer, hay que usar un cepillo de diente para no dañar los huesos. Para hacerlo correctamente frotaremos de forma horizontal desde la linea lateral de puntos hacia arriba, y de forma vertical en la zona de la linea lateral de puntos hacia abajo, para no dañar las costillas (ver video del final)
Vaciamos los órganos y dejamos el esqueleto lo más limpio posible, debería quedar parecido a esto.
Hay restos de carne que nos resultará imposible de retirar, aquí es donde entra en juego la lejía, llenaremos un tupper con ella y sumergiremos por completo el esqueleto durante 24 horas para que consuma los restos de materia orgánica que queden.
Transcurridas 24 horas, la lejía tendrá una especie de espuma pastosa maloliente, la retiraremos con algún palito o algo desechable porque se adhiere y es muy difícil de quitar, dejándolo muy pegajoso.
Nos daremos cuenta que al haberse disuelto los ligamentos muchos huesos se han desprendido, perdiendo el aspecto inicial, además el esqueleto estará muy frágil y tendremos que tratarlo con mucho cuidado
Ahora viene la tarea más costosa y aburrida, deberemos armarnos de paciencia y empezar a reconstruir el esqueleto ayudándonos de Superglue, una tarea que nos llevará varias horas, para que las costillas no se junten podemos ayudarnos con palillos de madera
Cuando hayamos terminado de restaurar el esqueleto, tan solo nos queda darle barniz, para ello llenaremos un vaso con mitad de agua y mitad de cola blanca y lo mezclaremos bien, este será nuestro barniz.
La restauración ya ha acabado, tan solo nos quedaría enmarcarlo o meterlo en una vitrina, según queramos. El final debe ser algo parecido a esto:
Una vez terminado podemos fabricarle una urna que será definitivamente donde irá, para colgarla en la pared como un adorno original, como si se tratara de el esqueleto expuesto en un museo.