En las pirañas el sistema circulatorio es de tipo cerrado simple. Se centra en el paso de la sangre a través de las branquias, bombeada por un corazón, donde se oxigena (explicaremos esta parte en el apartado de sistema respiratorio) y de ahí, mediante una arteria principal y un sistema venoso es llevada a las distintas partes y órganos del pez, en dirección desde la cabeza hasta la cola, en las diferentes zonas va dejando el oxigeno que precisen, y cuando la sangre ya ha recorrido todas las partes del pez, y abastecido de oxigeno a las mismas, vuelve mediante el sistema de venas a la aurícula del corazón, de esta pasa al ventrículo y de ahí vuelta a empezar, se manda a las branquias donde se oxigena. Las pirañas son poiquilotermas, es decir, adaptan la temperatura del agua en la que se encuentren, por lo tanto, son de sangre fría. Los animales de sangre fría, se muestran bastante más activos cuando el medio en el que se encuentran es cálido (hasta cierto punto, claro), y más pasivos cuando el medio es más frío, pudiendo provocarles la muerte si es excesivo. Esto se debe a que su actividad muscular depende de reacciones químicas que a su vez se muestran más rápidas con ambientes cálidos y más lentamente con ambientes fríos. Además un medio cálido acelerará su metabolismo, reduciendo así su esperanza de vida, por eso debemos de mantener el acuario en una temperatura que les resulte agradable y sea moderada, subiéndola o bajándola solamente en momentos puntuales y por necesidad, ya sea para evitar infecciones o para incitar a la reproducción.
La parte más importante aquí, que funciona como “motor” de este sistema, no es sino otro que el corazón, el mismo que en los demás animales se encarga de impulsar la sangre a través del cuerpo, el de las pirañas es pequeño, y bastante simple. Os dejamos una pequeña imagen del corazón de una P.Nattereri que nos cede el compañero Abel Herreras Crespo.
Corazón de P.Nattereri, foto de Abel Herreras Crespo, permiso único para www.MundoPiranha.com
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